Día 1: Kangerlussuaq
De 1941 a 1992, la ciudad de Kangerlussuaq, en Groenlandia, albergó una base militar estadounidense. Hoy en día, gracias a su aeropuerto internacional, se ha convertido en un punto de tránsito para los viajeros que buscan aventuras en el Lejano Norte. Situada al norte del Círculo Polar Ártico, esta ciudad es el punto de partida de magníficos descubrimientos rodeados de naturaleza virgen. De hecho, a sólo unas decenas de kilómetros es posible acercarse a la capa de hielo de Groenlandia, la mayor masa de hielo del hemisferio Norte. Desde Kangerlussuaq, admire también los soberbios paisajes de tundra en colores otoñales, donde viven liebres árticas, bueyes almizcleros, zorros árticos, renos, halcones y águilas.
Día 2: Sisimiut
Durante su crucero, le invitamos a descubrir Sisimiut, fundada en 1756 y la segunda ciudad más grande de Groenlandia. Esta pequeña ciudad, típica de Groenlandia, ofrece panoramas cautivadores: aquí y allá, coloridos palafitos salpican el paisaje ondulado, y el pequeño puerto pesquero se erige como la puerta de entrada a un reino helado. El centro de la ciudad alberga varios edificios históricos, una pequeña iglesia y un museo que repasa la historia del pueblo inuit, así como numerosas tiendas de artesanía. Cuando su barco eche el ancla aquí, saldrá a conocer a los lugareños en un ambiente típicamente ártico.
Día 3: Bahía de Disko
Al este de la bahía de Baffin, descubra la bahía de Disko, salpicada de innumerables icebergs producidos por el fiordo de hielo de Ilulissat, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde su barco, admire el majestuoso ballet de estos gigantes de hielo mientras se desplazan lentamente por las oscuras aguas. Este lugar es una maravilla natural de Groenlandia, y también es famoso como punto de observación de las numerosas ballenas jorobadas de la región. Los encuentros con la fauna salvaje y los impresionantes paisajes en el corazón de esta espectacular y frágil naturaleza serán para usted momentos de puro asombro.
Día 4: Campo Base Paul-émile Victor, Glaciar Eqi
Paul-Émile Victor describió Groenlandia como "el lugar más bello del Ártico", una tierra de grandes icebergs e imponentes formaciones de hielo formadas por los gigantescos glaciares del casquete polar. El glaciar Eqi es una de las vistas más impresionantes de la región. Aquí, el silencio sólo lo rompen los rugidos y crujidos del hielo. Es imposible saber si uno tiembla de frío o de emoción... Imagínese la vasta silueta de un glaciar, sus cristales translúcidos brillando con un fuego azul hielo a la luz del sol. No se puede pasar por alto el refugio de Paul-Émile Victor, desde donde partieron en los años 50 las exploraciones antropológicas y geográficas de las expediciones polares francesas.
Día 5: Akulleq y fiordo Karrat
En la curva de la bahía de Uummannaq, frente a un estrecho paso entre dos islas, descubrirás el paisaje lunar de la pequeña isla desierta de Akulleq. El amarillo ocre y el naranja de este yacimiento mineral lucen encendidos bajo el sol del verano polar. Desde la cima de la isla podrá contemplar una vista panorámica del mágico paisaje de la bahía y sus enormes icebergs de formas sorprendentes.
Durante su crucero por la costa de Groenlandia, le invitamos a descubrir el fiordo de Karrat. Situado al norte de la famosa bahía de Uummannaq, se extiende hacia la capa de hielo. Mientras navega por este entorno excepcional, tómese su tiempo para admirar los hermosos icebergs que le rodean, así como los escarpados acantilados que se alzan a lo largo del fiordo.
Día 6: Kullorsuaq
Mucho más allá del Círculo Polar Ártico, en los majestuosos paisajes del noroeste de Groenlandia, encontrarás el pueblo de Kullorsuaq, el último bastión de los cazadores tradicionales de Groenlandia. Aquí es donde encontrará el verdadero carácter de Groenlandia... Inmensas extensiones minerales, suntuosas montañas, impresionantes glaciares y, sobre todo, la población local, que sigue viviendo de la pesca y la caza de focas u osos. La hospitalidad y el respeto por la naturaleza son elementos esenciales en la vida cotidiana de estos hombres, que llevan una vida austera. Cuando echemos el ancla en esta remota parte del mundo, salga a descubrir a estas amables gentes que también son artesanos de talento, que cosen con destreza las pieles y los cueros de los mamíferos marinos. Será una experiencia única y auténtica.
Día 7: Savissivik
Algunos lugares de este mundo son tan mágicos que su belleza no puede describirse con palabras... Savissivik, un pequeño pueblo inuit con menos de cien habitantes, es uno de ellos. Considerado con razón el mayor cementerio de icebergs de Groenlandia, es un espectáculo impresionante. Durante su excursión en zodiac, navegará entre estos gigantes helados. Una vez en tierra, podrá caminar hasta un mirador desde el que disfrutará de impresionantes vistas de estos icebergs, que presentan una increíble variedad de formas y colores. A los fotógrafos les encantará. La bahía de Savissivik atrae a muchos osos y también es conocida por haber albergado uno de los meteoritos más grandes del mundo, pero éste ha sido trasladado a un museo de Nueva York.
Día 8: Pond Inlet, Nunavut
En la isla de Baffin, situada al norte de Canadá, en la desembocadura del famoso Paso del Noroeste, se encuentra un pequeño asentamiento inuit en los confines del infinito. Para llegar, hay que cruzar el Círculo Polar Ártico, la línea imaginaria que separa al hombre de tierras de misterio y maravillas. No es tanto el estilo de vida lo que distingue a los habitantes de Pond Inlet, sino el entorno. Montañas nevadas, fiordos y glaciares se combinan en un entorno natural deslumbrante que llena el espacio y expande el tiempo. Algunos descubrimientos te cambian para siempre: este es uno de ellos.
Día 9: Fiordo Icy Arm
La costa este de la isla de Baffin es un auténtico entramado de fiordos. Entre ellos, al norte, se encuentra el espectacular fiordo Icy Arm. Al navegar por estos parajes, te deslumbrarán los inmensos acantilados que, en ocasiones, superan los 1000 metros de altura. Este es un paraíso para el salto base (saltar en paracaídas desde lo alto de los acantilados). Durante su parada aquí, tendrá la oportunidad de caminar al pie de estas montañas y por los valles glaciares. Manténgase atento al regresar a su barco: probablemente tendrá la oportunidad de observar mamíferos marinos, como ballenas, orcas e incluso narvales.
Día 10: Bahía Isabella, Área Nacional de Vida Silvestre Ninginganiq
¡Bienvenido al reino de los cetáceos! Aquí, los amantes de los gigantes del Ártico no sabrán dónde mirar. La Bahía Isabella forma parte del Área Nacional de Vida Silvestre Ninginganiq, uno de los mejores lugares para observar ballenas de Groenlandia. Desde su barco, observe el magnífico ballet que realizan estos impresionantes mamíferos. Con fallas submarinas de más de 300 metros de profundidad, la Bahía Isabella, ubicada en la costa noreste de la isla de Baffin, atrae a los cetáceos que vienen aquí a alimentarse. Además de las ballenas de Groenlandia, las estrellas indiscutibles de estos parajes, el Área de Vida Silvestre de Ninginganiq también alberga focas anilladas, narvales, osos polares, eideres reales, alcas pequeñas y fulmares boreales.
Día 11: Fiordo Sam Ford, Nunavut
A su alrededor se encuentra un paisaje agreste de espectacular belleza. Nada parece perturbar el silencio. Se encuentra en el fiordo Sam Ford, en la costa este de la isla de Baffin. Ubicado a solo unos kilómetros de la comunidad inuit de Clyde River, este fiordo tiene la apariencia del fin del mundo que solo las tierras árticas pueden ofrecer. Desde su barco, déjese deslumbrar por la serie de vertiginosos acantilados que se hunden en las aguas del fiordo. Estas impresionantes paredes de roca, conocidas en todo el mundo por los aficionados a la escalada, se reflejan en las aguas del fiordo, como si cambiaran por completo la perspectiva y difuminaran los límites entre la tierra y el mar.
Día 12: En alta mar
Durante su día en alta mar, aproveche al máximo los numerosos servicios y actividades a bordo. Regálese un momento de relajación en el spa o manténgase en forma en el gimnasio. Según la temporada, déjese tentar por la piscina o por un baño de sol. Este día sin escalas también será una oportunidad para disfrutar de las conferencias o espectáculos a bordo, hacer compras en la boutique o conocer a los fotógrafos en su espacio dedicado. Los amantes del mar abierto podrán visitar la cubierta superior del barco para admirar el espectáculo de las olas y quizás tener la suerte de observar especies marinas. Un interludio verdaderamente encantador, que combina comodidad, descanso y entretenimiento.
Día 13: Evighedsfjorden
Su barco se desliza lentamente por las aguas hacia la costa oeste de Groenlandia, para adentrarse en Evighedsfjorden, a pocos kilómetros al sur de Kangerlussuaq. Evighedsfjorden significa "el fiordo de la Eternidad", y con razón: justo cuando crees haber llegado al final de este tramo de mar de más de 100 kilómetros de longitud, parece interminable, como para ofrecer aún más placer a quienes navegan por él. El espectacular paisaje abarca desde glaciares hasta tundra con una abundante flora y acantilados escarpados donde se han establecido numerosas especies de aves. Tómate tu tiempo para observar las águilas de cola blanca y las colonias de gaviotas y gaviotas tridáctilas que sobrevuelan la zona.
Día 14: Kangerlussuaq
De 1941 a 1992, la ciudad de Kangerlussuaq, en Groenlandia, albergó una base militar estadounidense. Hoy en día, gracias a su aeropuerto internacional, se ha convertido en un punto de tránsito para viajeros que buscan aventuras en el extremo norte. Ubicada al norte del Círculo Polar Ártico, esta ciudad es el punto de partida de magníficos descubrimientos rodeados de naturaleza virgen. De hecho, a tan solo unas decenas de kilómetros de allí es posible acercarse a la capa de hielo de Groenlandia, la mayor masa de hielo del hemisferio norte. Desde Kangerlussuaq, admire también los magníficos paisajes de tundra con sus colores otoñales, donde habitan liebres árticas, bueyes almizcleros, zorros árticos, renos, halcones y águilas.