Itinerario

Día 1: Kulusuk
Kulusuk – Puerta al Ártico

Enclavado en una escarpada costa donde el hielo se encuentra con la roca, Kulusuk es un encantador pueblo que se siente como en el fin del mundo. Casas coloridas salpican el paisaje como joyas dispersas, con un telón de fondo de picos escarpados y hielo marino a la deriva. Es un lugar donde el tiempo se ralentiza y el ritmo de la vida inuit aún resuenan en el viento.

Día 2: Tasiilaq
Tasiilaq – Corazón del Este de Groenlandia

Enclavado entre espectaculares fiordos y montañas nevadas, Tasiilaq es el asentamiento más grande del Este de Groenlandia y su alma cultural. Aquí, la vida groenlandesa moderna prospera junto a tradiciones profundamente arraigadas. Un paseo por el pueblo revela arte artesanal, una vibrante vida comunitaria y vistas que te dejarán sin aliento a cada paso.

Día 3: Kuummiut
Kuummiut – Ecos de Tradición

Escondido en lo profundo de los fiordos, Kuummiut es un pueblo inuit que conserva la serena dignidad de sus antiguas costumbres. Los pescadores se deslizan por las cristalinas aguas y los niños ríen bajo cielos inmensos, intactos por el tiempo. Visitar Kuummiut es como entrar en un museo viviente de la cultura ártica.

Día 4: Ikassa
Ikassa – Donde el Hielo Moldea la Tierra reina.

Ikassa ofrece un encuentro sobrenatural con la naturaleza en estado puro: un reino donde las lenguas glaciares se vierten en el mar y reina el silencio. Aquí, el hielo habla con crujidos y grietas, recordándote que este es un paisaje en constante movimiento, tallado por fuerzas mucho más antiguas que la humanidad.

Día 5: Ikateq
Ikateq – Fantasmas de una Guerra Olvidada

Envuelto en la niebla y el recuerdo, Ikateq alberga los inquietantes restos de un aeródromo militar estadounidense construido durante la Segunda Guerra Mundial. Barriles de combustible oxidados y barracones abandonados yacen congelados en el tiempo, ofreciendo una mirada surrealista a la historia en medio de la naturaleza virgen del Ártico.

Día 6: Tiniteqilaaq
Tiniteqilaaq – Pueblo de Sueños de Hielo

Con su poético nombre que significa "el estrecho que se seca con la marea baja", Tiniteqilaaq es un pequeño pueblo encaramado al borde de un vasto fiordo sembrado de icebergs. Desde cada umbral, se contemplan gigantes de hielo a la deriva, siempre cambiantes, siempre hermosos, que lo convierten en un lugar de serena maravilla y reflexión.

Día 7: Johanfjord
Johanfjord – La Catedral de Hielo

Profundo y solemne, el Johanfjord se adentra en la costa groenlandesa como un pasaje sagrado. Rodeado de imponentes acantilados y adornado con esculpidas formaciones de hielo, evoca la silenciosa reverencia de una catedral construida por la naturaleza. Este es un lugar para contemplar el sublime poder y la serenidad del Ártico.

Día 8: Kulusuk
Regreso a Kulusuk.

Al regresar a Kulusuk, la familiar imagen de casas coloridas y icebergs a la deriva les dará la bienvenida a casa. Regresarán transformados, con recuerdos de fiordos silenciosos, culturas antiguas y la interminable danza de luz y hielo que caracteriza al este de Groenlandia.

©ADE

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